Desde que conseguimos los primeros planes de empleo y alimentos para paliar el hambre, allá por el 2002, nuestra proyección fue construir emprendimientos que pudieran sostenerse en el tiempo. Así surgieron las huertas orgánicas, panaderías, fábricas de pastas, que además de aportar alimentos de mayor calidad a los comedores y copas de leche, empezaron a pensarse como una alternativa laboral a la gran desocupación existente.Con el tiempo, a partir de distintos proyectos, generamos en los barrios y en el centro de La Plata un taller textil, una carpintería, criadero de pollos, pastelería, herrería, imprenta, una pizzería y casa de comidas.
En estos emprendimientos nos organizamos en asamblea para poder decidir entre todas y todos qué producir, cómo y para quiénes, sin patrones que nos manden. Apostamos a construir relaciones de trabajo donde haya responsabilidad, solidaridad e igualdad.
Los productos los vendemos en los barrios, en ferias populares y en el local de comercialización del Olga Vázquez.
Además, alrededor de 100 jóvenes se están capacitando en los oficios de herrería y electricidad, carpintería y costura, como una apuesta de los emprendimientos para multiplicar los saberes y para que los pibes y pibas se apropien de más herramientas.
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