El 25 y 26 de junio estuvimos en Avellaneda recordando a los compañeros que hace 8 años fueron asesinados por la represión policial. En la Estación se hicieron distintas actividades culturales y en el Puente Pueyrredón se hizo la vigilia y el acto donde hablaron Vanina (hermana de Maxi), y Alberto (el padre de Darío).Como todos los años, la Estación fue escenario de bandas musicales y artistas populares, sus paredes fueron pintadas y hubo muestras de fotos, dibujos y esculturas. Estuvieron acompañando la jornada familiares de Carlos Fuentealba (maestro asesinado en un corte de ruta en Neuquén), y de Luciano Arruga (joven desaparecido por la policía), entre otros.
El corte del Puente no fue sólo para homenajear a los compañeros, sino también para continuar la lucha por mejores condiciones de vida. Allí nos encontramos con muchas otras organizaciones con las que nos unimos en estos reclamos.
Aquel 26 de junio de 2002, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán formaban parte del Movimiento de Trabajadores Desocupados, y junto a cientos de compañer@s estaban reclamando por el aumento de los planes sociales. El gobierno respondió con represión y cuando la sociedad se movilizó para repudiar lo que había pasado, los políticos le echaron la culpa a los policías que dispararon. Desde entonces, nosotros venimos exigiendo que se haga justicia y se condene a los responsables de la masacre, empezando por quien era presidente en ese momento: Eduardo Duhalde.
Es importante que tengamos memoria: muchos políticos que hoy aparecen como candidatos o que siguen con cargos públicos fueron parte de la planificación de la represión. Además de Duhalde, por ejemplo, están Felipe Solá o Aníbal Fernández. Por eso en estos días también nos hemos movilizado para escracharlos, porque estos personajes deberían estar en la cárcel.
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