15 de octubre de 2010

Encuentro Nacional de Mujeres, Paraná, Entre Ríos

Publicación de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina / Nro. 0 / Encuentro Nacional de Mujeres, Paraná, Entre Ríos

Soberanía sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestros pueblos

El espacio de géneros de la COMPA tiene su primer espacio de discusión en aquel primer plenario nacional a fines de 2009 realizado en Roca Negra. Esa tarde sirvió para poder encontrarnos y poder pensar en la necesidad de laburar este tema de conjunto frente a la fragmentación de los movimientos sociales, organizaciones que llevan adelante la lucha por la igualdad y emancipación de los géneros oprimidos. Decidimos marcar una agenda que nos permita tras la propia vorágine de las coyunturas que estas cuestiones no sean siempre relegadas a un segundo plano.
Llego el 8 de marzo y decidimos realizar nuestra primera acción callejera por el día de lucha de la mujer trabajadora. Fue una experiencia que nos unió y fortaleció recorriendo las calles céntricas de Buenos Aires contra la explotación y el saqueo de nuestros bienes comunes, contra el imperialismo y el patriarcado. En una numerosa y colorida marcha escrachamos al FMI y al Banco Mundial y nos pronunciamos por los derechos de las mujeres y de otras opciones sexuales o de género. Experiencias parecidas se sucedieron en otros lugares del país.
Nuestro trabajo continuó en cada lugar en el que nos encontramos, intentando desarmar esa poderosa red capitalista y patriarcal que aparece en forma descarnada pero también solapada. Intentamos desafiar esos poderes e interpelar a la sociedad, pero también pensar al interior de nuestros movimientos y organizaciones cómo salir, por qué salir, para qué salir de esa desigualdad que vivimos a diario cada una de nosotras: en el trabajo estable o precario, en el estudio, en un barrio o territorio, en las calles, en las casas y en las camas.
La pelea por la aprobación de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo volvió a juntarnos en una acción concreta, decidiendo apoyar y movilizar como Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina la aprobación del matrimonio para todos y todas, movilizar y sacar un material en conjunto.
Hoy, el XXV Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) nos planteó un nuevo desafío: organizarnos para viajar juntas para conocer otras experiencias y dar a conocer la nuestra, para integrar también los desafíos y las complejidades que atravesamos quienes queremos construir poder popular con una perspectiva de género enArgentina y en toda Nuestra América. Paralelamente no trabajamos solas. Compañeras de movimientos sociales y feministas de América Latina se acercarán para poder compartir el encuentro, poder hacer una actividad de conjunto durante el mismo, y a su vez, al volver a Buenos Aires encarar juntas la semana de la Soberanía Popular incluyendo las problemáticas de género.
Sabemos que vamos a un encuentro de mujeres y reivindicamos sus jóvenes 25 años y lo mucho que se ha logrado con ellos. Se trata de una experiencia inédita en la que se busca intercambiar, instalar debates o temáticas tanto urgentes como históricas, al mismo tiempo que se vibra al compás de la situación social y política del país. Los ENM han crecido cuantitativa y cualitativamente, cada vez somos más las mujeres que participamos en ellos. Es por eso que, en los últimos años, tanto la iglesia como los sectores conservadores y sostenedores del orden dominante, han empezado a intervenir intentando trabar muchas de las discusiones que allí nos damos.
La situación de las mujeres en América latina lleva encima un proceso de desigualdad y opresión de larga data. La militarización del continente en manos del imperialismo y las intentonas golpistas, ha llevado a que miles de mujeres deban actuar bajo el comando de los !amos y señores" que creen ser capaces de hacer (des)uso de nuestros cuerpos como quieren, convirtiéndonos en objetos para la "satisfacción" de sus necesidades. Cada vez aumentan más los casos de femicidios, como es el caso de Ciudad Juárez (México) y Guatemala. Ciento de violaciones se producen por año, como así también se extienden en todos los países las desapariciones de mujeres víctimas de las redes de trata para la prostitución.
Frente a este panorama, en los últimos años miles son las organizaciones en toda América Latina luchan a diario contra el sistema patriarcal y capitalista a fin de conseguir la liberación de nuestros pueblos.
Es alarmante que, a pesar de que el gobierno actual se proclame como "gobierno de los derechos humanos", no hayamos podido avanzar en la conquista de derechos fundamentales de las mujeres, como el derecho al aborto legal, seguro, gratuito y el acceso a la salud sexual y reproductiva. La efectiva aplicación de herramientas legales que combatan las violencias de género y el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos son temas que parecieran no importar. El derecho al aborto legal y gratuito, es decir, en condiciones dignas y seguras para nuestra salud y para que todas podamos acceder, es una NECESIDAD. No queremos más muertes de mujeres por abortos clandestinos. Queremos poder decidir sobre nuestros propios cuerpos, nuestras propias vidas y nuestros futuros.
Por otra parte, pensamos en violencia hacia las mujeres cuando se produce cualquier ataque material o simbólico que afecta a nuestra libertad, dignidad, intimidad e integridad. Violencia es no poder decidir sobre nuestros propios cuerpos, es no poder vivir libres nuestra sexualidad. La violencia hacia las mujeres se produce cotidianamente de forma naturalizada. Los medios masivos de comunicación utilizan iconos machistas, hacen del cuerpo de la mujer un objeto e instalan modelos y roles que la mujeres debemos cumplir.
Asimismo, diariamente escuchamos casos de mujeres asesinadas por sus parejas, padres, hermanos o algún vecino, así como también, mujeres secuestradas para las redes de trata. La impunidad policial, las leyes represivas y los códigos que persiguen a quienes han encontrado en la calle su último espacio posible de sobrevivencia tienen que terminar YA.
Exigimos trabajo digno y que por igual tarea recibamos el mismo salario. También la creación de centros de atención integral para las niñas y niños, en los lugares de trabajo, de estudio y en todos los barrios populares.
Estamos seguras de que las políticas que nos liberen las tendremos que construir entre todas, desde abajo, construyendo nuevas relaciones sociales y luchando contra la brutalidad de los poderes que golpean a las mujeres en particular, así como también a quien decide vivir su sexualidad de otra manera que no sea la normativamente impuesta.
Por todo esto seguimos levantando banderas de lucha por igualdad de derechos y por la liberación de nuestros cuerpos, vidas y pueblos.
Nos encontramos en Paraná para SEGUIR LUCHANDO HASTAQUE TODAS SEAMOS LIBRES!

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